Diversas personas me han pedido ahondar un poco sobre la frase de Jung que referí en el Apartado “El sentido espiritual de la curación”. La frase de Jung dice: “El principal interés de mi trabajo no reside en el tratamiento de la neurosis, sino en el acercamiento a lo numinoso. Es, no obstante, así: el ingreso en lo numinoso es la verdadera terapia, y en la medida en que uno llega a la experiencia numinosa, uno se libra del temor a la enfermedad”.
Siendo Jung un médico, psicólogo y psiquiatra, y por lo tanto un profesional dedicado a atender los diversos problemas psicológicos que las personas viven, es interesante que concluya que su principal interés no reside en el tratamiento de la neurosis….. sino el acercamiento a lo divino. Esto tiene una explicación. Jung a lo largo de su carrera se dio cuenta que la psicoterapia que más ayudaba a sus pacientes, no era lo que el pudiera interpretar, orientar y decir, sino el peso que tenía en el paciente su relación con Dios, de vivir sus creencias y fe, trasladándolo y aplicándola en su vida.
El dijo que la persona debe buscar en su interior ese “Espíritu profundo” que reside en ella para que salga de sus mitos, que se convierten precisamente en su propia enfermedad. Esto es, mi propio mito, me lleva a mi propia enfermedad…
Nuestros “mitos”, son nuestras propias “leyendas, cuentos” (apelando a la raíz etimológica de mito), son las que nos producen la enfermedad misma. No son los seres mitológicos de la antigüedad, son las realidades del hoy, el dinero, la ambición, el desamor, nuestro ídolos que la realidad derrumba, etc..
El problema es que Jung pone en el individuo mismo la capacidad para salir de ello por sí solo… y si bien es cierto que puede haber individuos con gran claridad de entendimiento para tener un correcto discernimiento de las cosas y de sus sufrimientos, en la gran mayoría no es así.
Justamente, el médico homeópata indaga sobre ello, sin llamarle que son los mitos del paciente, sino su realidad, sus experiencias, y la forma en que ha abordado, o asimilado o simplemente manifestado su sufrimiento…y justamente lo que trata es la causa que desencadenó tal problema, y que se manifestó en algún problema corporal…la indignación, la decepción, el abandono, etc.etc.
Y de acuerdo a la preparación ontológica del medico mismo, sabrá orientar al paciente para que su psique esté ligada a Dios, o lo tendrá que referir con el especialista en la materia (el sacerdote, el pastor, su ministro, etc).
Realmente el paciente da cuenta del beneficio que tiene la combinación de un reforzamiento de su fe, y el tratamiento homeopático… nadie lo puede negar, nadie… por que solo el paciente que ha estado inmerso en su sufrimiento y que na notado el cambio en su organismo y en su vida, puede dar cuenta de ello….
Por ello precisamente, el maestro Proceso Sánchez Ortega nos decía que la homeopatía es la medicina del hombre, porque está hecha justamente para el hombre….